¡Hola, mundo!

¡Hola, mundo!

Bienvenidos a HazloÚnico 2.0.

Hoy comenzamos con esta andadura descabellada, con mucha ilusión y sin muchas expectativas. Porque cuanto más altas las pongas, más grande será el hostión.

Actualmente cualquiera necesita tener presencia online, pero también cualquiera tiene acceso a miles de opciones y herramientas que les facilitan simplemente eso, presencia. Creemos firmemente en la necesidad de trabajarla, más allá de una web prefabricada, un puñado de redes al azar y muy poco mimo.

Pongamos un ejemplo:

Cuando vas a una cita, lo normal es que te engalanes, que cuides tu aspecto, ¡porque quieres triunfar! pero hay muchos factores en juego, y muchas veces tu percepción de las posibilidades es errónea. Deberías hacer un análisis de «tu público». No es lo mismo tratar de conquistar a un dios bronceado de gimnasio que calculará las kcal de la cena en lo que tú tardas en decidir con qué ensaladita vas a pasar hambre (y cuántas croquetas te comerás en llegar a casa), que a un nerd sociópata que te invita a una bolsa de ganchitos y un Monster mientras te enseña la maravilla de gráficos del nuevo juego de turno, que al pseudo-intelectual que organiza una velada de lectura de poemas en la tetería mainstream de la ciudad, que al punky pulgoso que no sabes cómo leches ha acabado en esas apps de ligoteo.

No vas a ir en deportivas y leggins sólo porque le guste el deporte, ni estudiarte la bibliografía de Tolkien al completo, ni presentarte con monóculo, ni te vas a coser a piercings y rapar media cabeza sólo para gustar, ¿no? (di que no, di que ¡NO!, parfavar). También puedes pensar que un escotazo de vértigo es un acierto seguro… ¡MAL! Vamos a ver, bien si te apetece y si con eso te vas a sentir cómoda, pero ¿por atraer la atención? igual puede resultar hasta vulgar fuera de contexto ¿no? Aquí somos más de mostrarnos tal cuál, como iríamos tres años después a tomar una caña a la terraza de turno, porque en pijama y pantuflas de conejitos sería muy heavy, pero si somos así, si es lo que realmente tenemos que ofrecer, ¿para qué vender humo?

Pues con tu negocio, lo mismo. ¿Qué vas a vender?¿Qué vas a ofrecer? y ¿a quién?

Piensa en tus posibilidades, sin subestimarte, y dedícate a hacer lo que mejor Haces, lo que te convierte en Único, y explótalo al máximo, porque fijo que molas mil, así al natural, y triunfas más que la Coca Cola sin copiar la estrategia de la muchacha Fit monísima que tienes por vecina, que cada semana sube a su casa a uno distinto al que no volverás a ver jamás, porque le hablas de Faulkner y te dice que no conoce esa nueva dieta. ¡Y ni se ríe ni na! Mojará una vez, pero es una sosa, y no sabe apreciar la sátira del señor Cuerda. Y chica, tú quieres asegurarte humor y amor al menos para un par de parasiempres ¿No?

Queremos clientes fieles, todos, como en cualquier relación, porque nos aportan valor, porque nos conocen, se fían de nosotros, de nuestros productos, y porque hablarán bien de nosotros a cualquiera. Serán nuestra mejor bandera. Yo quiero un novio que le cuente a todos lo maravillosamente bien que me salen las lentejas, no porque esté ciego de amor (y tenga hambre), sino porque esté orgulloso de invitar a su madre a comer el domingo. Y quien dice a su madre, dice a sus colegas, o a su jefe, qué leches, ¡a todo el pueblo! Ahí, la casa a reventar, y que corra el vino.

Pero volviendo al tema, que nos vamos por las ramas. Lo que aquí se ofrece es un estudio pormenorizado de tu negocio, tu cliente tipo y toooodas las posibilidades que tienes. Para que te saques partido, para que vendas bien y bonito, y siempre quieran volver a ti.

Te asesoramos, te ofrecemos las herramientas, los servicios, te guiamos de la manita, te peinamos las cejas con saliva… y a por ellos, tigre 😉